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Washington, 13 ene (EFE).- Pese a que proporcionalmente Iowa tiene una cuota de decisión mínima, los caucus de este lunes son una de las citas más importantes en la carrera presidencial de Estados Unidos, una lucha frontal entre candidatos que sirve como primera criba de supervivientes y que este año tendrá un invitado sorpresa: el frío extremo.

Aunque hasta este 2024 republicanos y demócratas celebraban caucus en Iowa, este año los demócratas -con un solo candidato real, Joe Biden- han decidido cambiar su calendario. La lucha estará por tanto en el Partido Republicano y, según las encuestas, tiene ya un vencedor: Donald Trump.

Pero, ¿cuánta distancia habrá entre el expresidente (2017-2021) y el segundo? ¿Quién será el subcampeón? El gobernador de Florida, Ron DeSantis, y la exembajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, son quienes más probabilidades tienen.

Los tres, sobre todo los dos últimos, llevan varios días dejándose la piel en este estado del Medio Oeste del país, participando en mítines para pedir apoyo e invirtiendo cifras astronómicas en publicidad para salir bien posicionados.

Tradicionalmente, en Estados Unidos los partidos republicano y demócrata eligen a sus candidatos en elecciones primarias o en caucus, como en Iowa. ¿Qué diferencias hay entre ellos? ¿Por qué Iowa es tan relevante? Aquí las claves de la primera gran cita de la carrera presidencial.

¿Qué son los caucus y cómo surgieron?

La palabra inglesa ‘caucus’ significa ‘reunión electoral’ y, aunque en Iowa se celebraran desde hace décadas, fue en 1972 cuando se convirtieron en la primera cita del calendario electoral, después de que unas protestas en Chicago alteraran la agenda.

Pueden participar todos los ciudadanos interesados, quienes se reúnen en el centro de votación del distrito que les corresponde para discutir en voz alta y votar en un papel quién quieren que sea el candidato de un partido.

Este año Iowa está dividido en 1.657 distritos electorales, cuyos ciudadanos votarán en unos 700 centros, que generalmente están ubicados en edificios públicos.

A diferencia de unas elecciones primarias, no los organiza el estado sino los propios partidos y se llevan a cabo gracias a voluntarios.

Esta es la primera gran diferencia con las primarias. La otra, su funcionamiento: mientras que las primarias se asemejan a una jornada electoral, con ciudadanos votando durante horas, los caucus son un día y a una hora determinada. El próximo lunes 15, a las 19.00 horas (01.00 GMT del martes).

¿Quién vota y cómo se vota?

En un caucus puede votar cualquier persona mayor de 18 años el día de la elección, que esté registrada en un distrito como votante del Partido Republicano o que se registre esa misma noche en mesas especiales ubicadas en los centros de votación.

La cita es a las 19.00 en punto y a esa hora se cierra el registro de votantes y arranca el caucus.

En cada centro hay un presidente que se encarga de preguntar si hay alguien que quiera hablar en nombre de cada candidato. En general, las campañas de cada partido eligen previamente quién hablará.

Una vez que todos hayan hablado se entregan hojas de papel a los votantes y escriben, a mano, el nombre de su aspirante elegido.

Al finalizar se cuentan los votos, se leen los resultados en voz alta y posteriormente se vuelcan de manera electrónica en un sistema de recuento general de todos los distritos.

A Iowa le corresponden 40 delegados de los 2.469 que se distribuyen entre los 50 estados (el 1,6 %), que son quienes acaban eligiendo al candidato. En Iowa se reparten de manera proporcional a los votos obtenidos por cada candidato.

¿Por qué Iowa es tan importante?

En Iowa las matemáticas no funcionan. Quien gana no tiene garantizado ser el candidato de su partido ni mucho menos el presidente de Estados Unidos. Solo tres han logrado ambas cosas: los demócratas Jimmy Carter en 1976 y Barack Obama en 2008, y el republicano George W. Bush en 2000.

De hecho, cuenta a EFE el profesor de la Universidad de Iowa Timothy Hagle, fue Carter el primero que entendió la oportunidad que representaba Iowa, siendo “un gobernador de Georgia poco conocido”. “Decidió que iba a hacer una fuerte campaña porque necesitaba que su nombre fuera reconocido si quería ascender al escenario nacional”, explica.

Tras ganar los caucus y tomar impulso, los candidatos entendieron que debían estar en Iowa, añade.

Hoy nada tienen que ver aquellas campañas puerta a puerta con la era de las redes sociales y los millones en publicidad, pero Iowa mantiene una razón de ser: hacer destacar a los más fuertes y eliminar a los débiles.

“En Iowa no se hacen reyes, pero se separa a los contendientes de los pretendientes. Normalmente hay una gran cantidad de candidatos al inicio del proceso (…) y el trabajo realmente es separar a las personas que son candidatos serios”, afirma Hagle.

El frío histórico, invitado especial

Aunque hay un guion previsto sobre los resultados en Iowa, hay un invitado sorpresa cuyas consecuencias son totalmente desconocidas: el frío.

¿Saldrán los ciudadanos a votar a políticos -la mayoría negacionistas del cambio climático- con temperaturas de 27 grados bajo cero? ¿Cómo afectará el frío a los resultados?.

En las últimas horas se han producido fuertes nevadas, ráfagas de viento y gélidas temperaturas que hacen que en muchas zonas rurales de Iowa, por ejemplo, sea imposible viajar.

Para el lunes, la ciudad de Des Moines, la capital, espera temperaturas de entre -27 grados centígrados y -21 de máxima. Será el caucus más frío desde que hay registros.

“¿Cuántas personas realmente van a ir a los caucus? ¿Qué candidato se va a ver más afectado? Es difícil saberlo, habrá que esperar…”, explica Hagle.

Paula Escalada Medrano

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