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Dejando de lado el conjunto de medidas sanitarias y/o de salubridad cuestionables adoptadas en la centena (más de 100 días de encierro), en política económica “la lavada salió mucho más cara que la camisa”. Esto último asociado a las consecuencias  de los efectos redistributivos de la política económica sobre la sociedad peruana. Veamos:

Se ha realizado un gasto fiscal excesivo y no ha llegado a beneficiar a los más necesitados; se empezó con los bonos y las listas de personas elegidas ¿? nunca incluyeron a los más pobres, bastaba con observar quienes  formaban, esas extensas, colas en la puerta de los bancos (focos masivos de contagio), las prendas de vestir, anteojos de sol, zapatillas deportivas, relojes etc., no eran de madres de familia de por ejemplo Carapongo. ¿Nadie sabía donde habitan los pobres extremos de Lima para acercarse a ellos con alimentos? Aun hoy los bonos no terminan de entregarse. Dinero de impuestos gastado en cerveza, ¿recuerdan?.

Para financiar ese gasto de bonos y los de emergencia de salud, no sé muy bien cuales, porque hasta la fecha no se ha construido un solo hospital, y el nivel de corrupción es altísimo en las compras de mascarillas, alcohol, termómetros, guardapolvos, camas, etc., se ha acudido a gastar la reserva fiscal y asumir más deuda externa, (esta barata dijeron) parecería que se entusiasmaron  con el gasto fiscal anunciado por Norteamérica y Europa, olvidándose que ellos emiten dinero sin muchas restricciones, por que producen divisas  nosotros tomamos deuda que hay que repagar, y no va a quedar casi nada para reactivar, porque “Reactiva Perú” ya se lo festinaron . Se lo dieron a los cuatro bancos más poderosos que recolocaron inmediatamente esos recursos a sus empresas amigas que obviamente no son las más pequeñas y vulnerables, que si requerían un rescate, a esas que las atienda COFIDE y su incompetencia, aun hoy las pequeñas empresas siguen esperando esos créditos.

Tasas de menos de 1% al año con un año de gracia, ¿a dónde ha ido todo ese dinero? A pagar deudas que estaban a tasas mayores, pagables, se venían pagando normalmente, pero si “te llaman y te dicen: te doy crédito baratísimo para que pre pagues tus deudas”, ¿tú no lo tomas?, me decía un amigo. Este crédito barato mejorara rentabilidad a futuro por menores costos financieros. En el ínterin, ¿qué hacemos con esa liquidez extra?, compremos dólares. Si sube un poquito el tipo de cambio, “ya pague los intereses del primer año”, asi se entiende porqué en plena recesión el tipo de cambio está en 3.56. Quien financió esa subida?

Por el lado laboral la situación no es distinta, a los que no despidieron, les bajaron el sueldo entre 30% y 50% y el trabajo de los despedidos se redistribuyó entre los que se quedaron. Esta pandemia “ha servido para elevar la productividad y bajar los costos en mi empresa”, decía un conocido; pregunto ¿en qué momento piensan que se recontratara´ a los despedidos? Si se viene “trabajando tan bien” y “con menos gente”. Y también pregunto, ¿en qué momento se recuperara´ el salario rebajado? Y, ¿para el caso de los proveedores de servicios de terceros?, que les han bajado sus cotizaciones de venta enormemente y han aceptado para poder seguir facturando, ¿cuándo les reconocerán el reajuste de sus tarifas a niveles de pre-covid? Con tanto desempleado dispuesto a trabajar por la mitad, demorara bastante.

¿Y con los precios que pasa? Sucede que los consumidores  han reestructurado sus canastas de consumo, han disminuido algunos consumos e incrementado otros, dado se estado de iliquidez y confinamiento, el resultado es que los precios de los más demandados se han incrementado para cubrir con sus márgenes mayores los márgenes perdidos por los menos demandados, hay recomposición de precios relativos para sostener niveles de ganancia pre covid, pero entonces, los más demandados o más consumidos son los que más han subido. Por eso una señora en un supermercado se quejaba de que ella compraba lo mismo y que ahora gastaba casi el doble.

La caída del PBI se estima en aproximadamente 12% con la diferencia que en la crisis de 1984 , fue por destrucción de capacidad productiva ( Fenómeno del Niño), la del 2009 fue por caída de demanda y precios internacionales, la actual es por la ruptura de cadenas claves en una economía, como la cadena de abastecimientos, por paralización y el gran peligro está en que se rompa de cadena de pagos en los sectores medios y bajos donde el estado no ha llegado por su falta de estrategia, como nos ocurrió con  la crisis del Asia de 1998 que se rompió la cadena de pagos de la economía peruana y nos tomó 4 años recuperarnos de ese desacierto macroeconómico.

En el caso de la estructura empresarial tendremos empresas medianas quebradas por falta de recursos financieros suficientes, que tendrán que vender sus activos a mitad de su  valor real, caso compañías de transporte de pasajeros (sus buses), de agencias de viajes, de restaurantes, de hoteles de 4 y 3 estrellas, que serán comprados por cadenas más grandes para lanzar  sub cadenas low cost, etc.

Si esto ocurre, los 7,000 millones dados a los británicos para reactivar vía el gasto en Reconstrucción con Cambios (que vergüenza desde el 2017)  no   alcanzaran, solo las constructoras nacionales que logren consorcios con los británicos  saldrán de perdedores , pero serán solo las muy grandes; por lo tanto dado este muy poco alentador análisis, a futuro tendremos un muy marcado incremento de la informalidad, un nivel más elevado de pobreza monetaria, muchos más jóvenes ninis ( ni estudian ni trabajan) , una clase media muy golpeada, medianos empresarios descapitalizados y un pequeño grupo de beneficiarios que reconcentraran ingresos y riqueza. Muy lamentable todo esto porque no favorece al sistema democrático, lo debilita y polariza la sociedad.

Una política económica correcta normalmente  propicia inversión, empleo y utiliza los impuestos y recursos del estado para mejorar la redistribución del ingreso en la sociedad, no debe propiciar la reconcentración de la riqueza, como es el caso de lo que nos está sucediendo lamentablemente. Por eso el titular de este artículo.

Guido Pennano Allison

Junio 23 2002


Guido Pennano Allison: Nacido en Perú, destacado Economista, Master of Arts: University of Pittsburgh, Catedrático universitario, Congresista, Ex Ministro de Industria, Comunicador social: Pionero en la Promoción, Gestión y Formalización de la Pequeña-Mediana empresa en el Perú, autor de múltiples publicaciones económicas y empresariales, Internacionalista.


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