Publicidad

Santander, 15 Dic (EFE).- El producto de cercanía y la cocina de Cantabria se unen en un menú que busca explorar de forma sencilla y equilibrada, desde el punto de vista nutricional, una alimentación más saludable, sin renunciar a la cerveza, el dulce o las grasas.

Las alubias, la merluza, el centollo, la cuajada, o el arroz con leche son algunos de los ejemplos de platos que están presentes en esta cocina y que se pueden elaborar dentro de un menú variado para que la comida no supere las 1.000 kilocalorías.

Esos platos se encuentran en la guía bautizada como ‘Menús Saludables de Cantabria’, elaborada por el chef cántabro Floren Bueyes, y forma parte de una iniciativa del Foro para la Investigación de la Cerveza y Estilos de Vida, junto a la Fundación Española de la Nutrición que está recorriendo todas las regiones de España.

Durante una comida, celebrada este jueves en el Centro Botín en Santander, el chef Floren Bueyes ha presentado un menú como ejemplo, consistente en un milhojas de verduras, merluza y arroz con leche, todo ello maridado con cerveza.

“Inspirarse en productos nuestros es fácil”, ha explicado a EFE el cocinero, quien pone en valor la sostenibilidad de la comida del “mar y la montaña” cántabros.

El chef señala que, a la hora de elaborar la guía, busca “tocar un poco todo el producto” que tiene cercano de temporada” para plasmarlo en una mezcla entre “la tradición y la cercanía”.

SANTANDER, 14/12/2023.- Imagen de una merluza sobre una base de calabacín a la plancha, uno de los platos incluidos en la guía ‘Menús saludables de Cantabria’, elaborada por la Fundación Española de Nutrición y el Foro de Investigación de la Cerveza y Estilos de Vida, en colaboración con el chef Floren Bueyes, presidente de la Asociación de Cocineros de Cantabria, y presentada este jueves en Santander. EFE/ Pablo Ayerbe

Un menú “placentero”

Una de las claves para llevar una alimentación saludable, según cuenta a EFE el director general de la Fundación Española de la Nutrición, José Manuel Ávila, es buscar, no solo que los platos “estén equilibrados desde el punto de vista nutricional”, sino que sean “placenteros”.

“Solo comeremos lo que debemos cuando nos guste”, advierte Ávila, que desgrana que cada comida diaria debe tener entre 800 y 1.000 kilocalorías y cuidar el consumo de sal, que tendría que oscilar entre los 5 y 6 gramos.

Y además, resalta la importancia de poder cocinar platos sencillos. “No pretendemos hacer menús muy complicados, sino que se elaboren pues con alimentos de temporada de proximidad y dentro de lo que cabe económicos, perfecto”, dice.
La cerveza también puede ser saludable.

MADRID, 06/08/2021.- Un camarero tira una caña en un bar en Madrid. La radiografía del sector cervecero español en los últimos diez años refleja el claro ascenso de Estrella Galicia, que ha triplicado su producción hasta hacerse un hueco entre los “gigantes” Mahou-San Miguel, Heineken y Damm. EFE/ J.j. Guillén

Con vino, cerveza o chocolate

A la hora de contar las calorías, la guía incluye el consumo de bebidas fermentadas de baja graduación, como el vino o la cerveza, que ha sido la protagonista del maridaje de este jueves en Santander.

La encargada de hacerlo, Sara Cucala, afirma que “se puede combinar un menú saludable escrito y diseñado por un gran chef” y armonizar los distintos tipos de cerveza.

“La cerveza tiene un porcentaje calórico bajísimo: el 90 al 95 % de una cerveza es agua”, observa la experta en esta bebida, quien la considera “una de las bebidas más saludables” dentro de las que son fermentadas.

Además, pone el foco en los matices que puede aportar a la comida el consumo de cerveza, desde una ipa para saborear una verdura, a una pilsen con pescado, pasando por una cerveza negra acompañada de chocolate.

Eso sí, advierten, ese consumo es sano y puede enmarcarse dentro de una dieta saludable “siempre y cuando vayan acompañadas de comida y de forma por muy moderada”.

Publicidad